Las vacunaciones de sus hijos los protegen de contagiarse enfermedades graves e incluso mortales. Vacunar a su hijo también ayuda a mantener saludable al resto de su familia y a su comunidad.
En esta página, encontrará respuestas a preguntas comunes sobre las vacunas para preadolescentes y adolescentes.
¿Qué vacunas se recomiendan para preadolescentes y adolescentes desde los 7 hasta los 18 años?
Además de mantener las vacunas de la infancia al día o recibir dosis adicionales, los adolescentes y preadolescentes también necesitan vacunas que los protegen de infecciones que pueden causar:
- Meningitis (inflamación del cerebro y la médula espinal)
- Cáncer por HPV (virus del papiloma humano)
- Tos ferina
- Gripe (influenza)
Consulte este calendario de vacunas fáciles de leer (PDF - 208KB) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) para descubrir qué vacunas se recomiendan para preadolescentes y adolescentes de 7 hasta 18 años.

Encuentre las vacunas adecuadas para usted
Es posible que algunos preadolescentes o adolescentes necesiten vacunas adicionales, por ejemplo, si viajan afuera de los Estados Unidos. Conozca más de las vacunas para:
¿Por qué mi hijo necesita más dosis de algunas vacunas?
Su hijo necesitará dosis adicionales para muchas de las vacunas que ha recibido en la infancia. Esto garantiza que la vacuna continúe protegiendo al adolescente de enfermarse.
Es importante recibir cada dosis de la vacuna para garantizar que su hijo obtenga la mayor protección posible. Para la mayoría de las vacunas, su hijo puede ponerse al día fácilmente con las vacunas que no se ha administrado. Si su hijo no se administra una dosis, hable con el pediatra de su hijo sobre cómo puede ponerse al día.
¿Y qué pasa con los efectos secundarios?
Los efectos secundarios comunes de las vacunas incluyen dolor, hinchazón o enrojecimiento donde se ha administrado la vacuna. Los efectos secundarios graves por las vacunas son poco frecuentes.
Algunos preadolescentes y adolescentes pueden desmayarse después de la vacunación, por lo que los médicos recomiendan que estén sentados o recostados por 15 minutos luego de la administración. Darle a su hijo algo para comer o beber antes de vacunarse, o tranquilizar a su hijo luego de la vacunación puede ayudar a prevenir el desmayo.
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